3.-El hombre descubre los metales: Edad del Bronce

TEMA III

La Edad del Bronce




Cuatro mil a dos mil años antes del nacimiento de Cristo el hombre descubre los metales. Este hecho significó un cambio profundo en la manera de vivir del hombre del Neolítico: se había pasado de la piedra tallada o pulimentada al empleo del cobre, primero, y posteriormente del bronce y del hierro como materiales para fabricar sus armas, sus vasijas y sus adornos.






En el presente tema estudiaremos las características de la Edad del Bronce a través de los hallazgos encontrados en los sepulcros de las necrópolis de varios lugares de nuestra provincia.






En una de las salas del Museo Provincial de Albacete se encuentran materiales hallados en varios túmulos de la Edad del Bronce. Estos materiales son: piezas de barro, flechas, puntas de lanza, puñales de bronce, objetos de hueso,. .. pertenecientes a gentes de la cultura del Argar.





PERO, ¿QUÉ FUE LA CULTURA DEL ARGAR?


El Argar es el nombre de un cerro de la provincia de Almería en donde se hallaron los restos de un poblado, quizá amurallado, con casas de planta rectangular y calles estrechas. En la necrópolis, de unas 350 sepulturas, se encontraron vasijas y objetos de metal entre otros utensilios.Con la cultura del Argar se introduce el bronce verdadero, aleación de cobre y estaño.Las gentes de esta cultura enterraban a sus muertos en tumbas individuales, o a lo sumo familiar.




Los enterramientos se practicaban dentro de los poblados, en el subsuelo de las viviendas, en hoyos, cistas de piedra o tinajas. A los muertos los enterraban con su ajuar: espada, puñal y un cuenco en los femeninos. También colocaban los objetos de adorno: diademas de plata y oro, brazaletes, aretes y anillos de plata.







La economía era principalmente ganadera. Las especies que criaban estaban muy adaptadas al paisaje semidesértico del sudeste: caballo, cerdo, cabra u oveja. Practicaban la agricultura con cultivos de cereales y lino. Conocían el regadío. El comercio, ya de objetos fabricados en los centros metalúrgicos, ya de metal en bruto, continuó siendo intenso, tanto por tierra como por mar. Hacían vasijas sin decoración, a veces estaba decorada con pequeños mamelones o pezones. La hacían a mano, es decir, sin torno.



Los poblados los solían hacer junto a las minas de donde obtenian los minerales necesarios para la fabricación del bronce. Las casa solían estar cubiertas de cañas y barro y a veces tenían dos pisos.
Esta cultura se extendió por el sudeste de nuestra península, llegando hasta las provincias de Ciudad Real y Albacete. El periodo que abarca va desde el 1.800 al 1.100 a. de C.


La Cultura del Argar en Albacete

En la Mancha de Albacete y parte de la de Ciudad Real aparecen unos poblados consistentes en fuertes muros de piedra que acotan círculos concéntricos de terreno. Están situados sobre zonas pantanosas o junto a los ríos. Estos poblados se conocen con el nombre de "motillas". Aparecen vasijas sin ninguna decoración: ollitas, cuencos y grandes vasijas de cocina.
Los dientes de hoz de silex y molinos de mano, que se han encontrado en nuestra provincia, nos indican que la economía de aquellas gentes era principalmente agraria.En una sala de nuestro Museo Provincial podéis ver diversos objetos (urnas, vasos cilíndricos, candiles de cerámica en forma cuchara, puñales de bronce, conchas perforadas, punzones de hueso, hachas pulimentadas... ) que se han hallado en las excavaciones efectuadas en los túmulos de La Peñuela (Pozo Cañada), y Dehesa de los Caracolares (Tiriez-Lezuza).También se han encontrado yacimientos de esta época en Acequión, Bonete, Los Mercadillos (Pozo Cañada)...




VOCABULARIO


NECROPOLIS: ciudad de los muertos, cementerio,

CULTURA: conocimientos y costumbres que son propios de los pueblos.

CISTA: sepultura en forma de caja hecha con losas de piedra.

METALURGICO: relativo al arte de extraer y trabajar los metales.

TUMULO: montecillo artificial con que en algunos pueblos antiguos era costumbre cubrir una sepultura.

TORNO: máquina que por medio de una rueda hace que una cosa dé vueltas sobre sí misma y que fue muy usada para la alfarería.

CUENCO: vaso de barro, hondo y ancho, y sin borde o labio.

URNAS: vaso de barro en donde se guardaban las cenizas de los muertos.

EXCAVACIÓN: quitar la tierra o escombros de antiguos lugares habitados para poner al descubierto los restos arqueológicos.

MONUMENTOS MEGALÍTICOS: Grandes piedras, toscamente labradas o sin labrar, utilizadas principalmente en la antigüedad individualmente o en conjunto para significar un lugar. Se erigían como monumentos religiosos o bien para señalar un lugar de enterramiento. Se pueden encontrar en prácticamente cualquier parte del mundo habitado por el hombre. Los de Europa occidental se datan en la prehistoria (principalmente en el Neolítico y en la Edad de bronce).

Se suelen clasificar las construcciones megalíticas encuadrándolas en cuatro grupos:

El menhir, o monolito, cuyo término significa 'piedra larga', y que consiste en una piedra de gran tamaño colocada verticalmente e hincada en la tierra.

El crómlech, o círculo formado por varios monolitos (el caso de Stonehenge). Esta construcción parece estar relacionada con cultos solares, debido en concreto a su disposición en referencia a los solsticios y equinocios (aunque también puede tratarse de elementos funerarios).


También hay que destacar el alineamiento de monolitos y la cámara funeraria, consistente en un sepulcro que habitualmente se cubre con una bóveda falsa y se sella con monolitos. En Europa el monumento megalítico más extendido es la cámara de enterramiento, de entre las que destaca el dolmen (simple cámara) sobre la tumba de corredor y la galería cubierta. Su nombre significa 'mesa de piedra', y consistía en dos elementos verticales hincados en tierra sobre los que se apoyaba un tercero.

La mayoría de ellos estuvieron recubiertos de tierra, formando así un montículo significativo. Los interiores de algunos de estos monumentos megalíticos podían estar decorados con motivos geométricos o naturales sencillos. Parece ser que su realización estaba por encima de pueblos y fronteras, tesis reafirmada al comprobar que los cadáveres enterrados junto a estos monumentos pertenecen a razas diversas, y porque, además, la lejanía entre la cantera y el emplazamiento no significaba un inconveniente para su realización.
Enciclopedia Universal Multimedia ©Micronet S.A. 1999/2000





DOCUMENTOS



El Neolítico y la Edad del Bronce en la Península Ibérica


El paso de una organización social basada en una economía de caza y recolección a otra, en la cual la producción de alimentos por medio de la agricultura y de la ganadería fue ya un elemento determinante, se produjo en la Epoca Neolítica y en la Edad del Bronce en los territorios peninsulares. Este fenómeno, lo mismo que el conocimiento de la metalurgia y el uso de los metales, incidieron profundamente en la organización social.





Las consecuencias de estos hechos se hicieron sentir no sólo en la economía, sino también en la estructura social y en la organización política. Se pudieron obtener excedentes de alimentos que, por un lado, aseguraban la continuidad del grupo y permitían su crecimiento demográfico y, por otro, servían para efectuar intercambios comerciales. Los adelantos técnicos y la metalurgia llevaron a una mayor especialización en el trabajo y a una mayor amplitud en el comercio. Las comunidades humanas se hicieron más complejas, más diversificadas, con unos grupos que se dedicaban a la producción de alimentos, otros a la producción de mercancías y otros al comercio.





Todo esto permitió que surgieran dentro de la sociedad, gentes que podían acumular más riqueza que otras. La concentración en núcleos urbanos de aquellos miembros de la comunidad que se dedicaban a la artesanía o al comercio y a la dirección de los trabajos y a la administración de la producción, no sólo llevó consigo la formación de ciudades en el verdadero sentido de la palabra, sino también el establecimiento de los primeros órganos políticos estatales.


Este proceso, caracterizado por dos fases importantes, que han sido denominadas 1) revolución neolítica y 2) revolución urbana, se puede observar de manera muy clara en las regiones del Próximo Oriente.





En la Península Ibérica estos fenómenos no tuvieron la brillantez ni las consecuencias inmediatas que, por ejemplo, en el Próximo Oriente. De todas formas, a lo largo de la época Neolítica y de la Edad del Bronce, se fueron dando en la Península, especialmente en algunas regiones de ella, los elementos que hemos mencionado.
Las primeras culturas neolíticas peninsulares son costeras, lo cual puede considerarse como una prueba de un influjo venido del exterior. La región del SE. tiene una gran importancia para el conocimiento de las etapas por las que pasaron las sociedades peninsulares durante el Neolítico y la Edad del Bronce. Se produjeron en esta región tres momentos culturales que abarcan las épocas mencionadas. 1) El primero de ellos es la llamada Cultura de Almería; 2) el segundo la Cultura de Los Millares, y 3) el tercero, la Cultura del Argar.





La primera etapa representaría la neolitización del SE., con el conocimiento de la agricultura y la ganadería, y con una cultura material emparentada con el Neolítico de la Europa occidental. La Cultura de Almería tendría unas características muy uniformes y en sus últimas fases se extendería por casi toda la Península. La cultura de los sepulcros de fosa de Cataluña, sin embargo, pertence a una fase del Neolítico tardío y está muy emparentada con el Neolítico del N. de Italia.




La segunda etapa, Cultura de Los Millares (h. 2.700-2.500 a.C.), correspondería al Eneolítico. En estos momentos se hace patente la influencia de las culturas del Egeo y de Anatolia con asentamientos en el SE. de gentes venidas de aquellas zonas. Contemporáneamente se extienden por la Península las construcciones megalíticas que adoptan varios tipos y cuyo origen oriental no es muy seguro. Las construcciones en forma de tholos son específicas del SE, y de la región de la desembocadura del Tajo, es decir, de regiones costeras. Los monumentos megalíticos continuaron elevándose durante la época del Argar. Un material muy específico que aparece ya en los sepulcros más tardíos de Los Millares está constituido por el llamado vaso campaniforme.





La tercera etapa, llamada Cultura del Argar o Bronce Pleno ( 1.700 a. C.) representa unos cambios mucho mayores que las etapas anteriores, tanto en la tecnología, la economía y la cultura material, como en la organización social. Se han puesto de manifiesto las semejanzas existentes entre materiales argáricos y otros de culturas centroeuropeas. Sin embargo, la localización de esta cultura en el SE, y su irradiación hacia el interior, hacen pensar más bien en influencias del Mediterráneo oriental. La Cultura del Argar parece, de todas formas, un producto local, en cuanto no se puede suponer la aportación de nuevos núcleos de población orientales en el SE, peninsular. Las etapas mencionadas abarcarían aproximadamente el tercer y el segundo milenios a. C.




Es evidente que el progreso que supuso la producción de alimentos, tanto en su modalidad ganadera como agrícola, tuvo una repercusión en el crecimiento de la población de la Península. Pericot considera que la población del Paleolítico superior pudo haberse elevado en diez veces con las nuevas condiciones. Tendríamos así, para la Península, una población que oscilaría entre el cuarto de millón y el medio millón.




Las vías de comunicación venían impuestas por el medio geográfico, los yacimientos metalíferos y el comercio del metal. Las relaciones de intercambio alcanzaban a países muy lejanos, como lo prueba la existencia en hallazgos de esta época de materiales ajenos a la Península, entre los cuales pueden contarse objetos de marfil y de ámbar. También son un testimonio de las relaciones extrapeninsulares, algunos tipos de vasos de cerámica, de hachas y los llamados ídolos, que tienen su paralelo en la zona oriental del Mediterráneo.




En cuanto al transporte, parece que se conocían los trineos y los carros con dos o cuatro ruedas, si han de interpretarse de esta forma algunas pinturas rupestres esquemáticas.
Durante el Neolítico hispánico siguió siendo norma general la habitación en cuevas, sobre todo en sus primeras fases. Aparte del conocimiento y fabricación de la cerámica, lo que supone un cambio respecto a las épocas paleolíticas, las comunidades que habitaban en las regiones de la Península a las que afectó el Neolítico inicial "vivían en un régimen basado en una economía pastoril- con una agricultura incipiente; la recolección y la caza debían de constituir todavía el sector más importante, de sus recursos. Esta situación se perpetuó sobre todo en la meseta y en zonas de Andalucía y Portugal, regiones que parece se hallaban fuera de las corrientes agrícolas iniciales que alcanzaron la banda costera de Cataluña y Levante.







Con la llegada de emigrantes del Mediterráneo oriental en el Eneolítíco se produjo un mayor incremento en la agricultura, tanto en sus métodos como en su extensión. Los progresos en la agricultura se hicieron mucho mayores y más patentes en la Edad del Bronce Pleno, es decir, en la Cultura del Argar. Desde luego era todavía una agricultura de azada. Se llegaron a utilizar sistemas de riego artificial que, al parecer; fueron empleados ya en el poblado de Los Millares y que están confirmados, para la Cultura del Argar, en el poblado del Cerro de la Virgen (Galera, Granada), donde se ha descubierto una acequia de riego. El aumento de la producción agrícola en la Edad del Bronce tuvo que originar, sin duda, consecuencias dentro de las organizaciones sociales a las que afectó.




Por los hallazgos hechos en yacimientos del Neolítico, del Eneolítico y del Bronce se sabe que se conocía en la Península el cultivo del trigo (en Levante, el SE., Andalucía y Portugal), de la cebada (en las mismas regiones), quizá del centeno, de las habas (en Levante, en el SE, y en Portugal), del mijo y de las lentejas y otras leguminosas (en el SE.). Hay también testimonios del cultivo del lino (tejidos y semillas) en el SE. y Portugal, y del aprovechamiento del esparto para la fabricación de cestas, calzado, cuerdas etc. Las semillas de vid y de olivo, encontradas en yacimientos del Eneolítico y del Bronce, son de especies silvestres, no cultivadas.




La domestiación de animales fue otra fuente importante en la producción de alimentos. En los yacimientos que remontan a las épocas que estudiamos han aparecido restos óseos de animales, muchos de los cuales pertenecen a especies domesticadas. Entre ellos se pueden enumerar los cerdos, el ganado vacuno, las ovejas, las cabras y los perros. En cuanto a una posible domesticación del caballo en la Península, con independencia de los focos de domesticación orientales, no existen pruebas claras.


La intensificación de la agricultura y de la ganadería hizo que en aquellas regiones donde la sociedad había progresado más, la caza y la recolección quedaran relegadas a un puesto seucndario en lo que respecta a la obtención de alimentos.




El hallazgo de objetos de metal, cobre, en yacimientos Eneolíticos prueba el interés por la extracción y el trabajo de este metal, interés que aumentó evidentemente en la época del Argar. Se ha pensado en la presencia en la Península de prospectores de metal procedentes de oriente. Se han hecho también intentos de relacionar los hallazgos arqueológicos de la Edad del Bronce con las explotaciones mineras y se ha podido ver que, en muchos casos, existe una relación. Se conocen explotaciones prehistóricas de cobre en Cataluña, el SE., Andalucía, Extremadura y Portugal. Los análisis espectrográficos que se han realizado sobre el metal español han dado por resultado la constatación de que en la Península se extraía un cobre arsenicado diferente del de otras regiones. Este tipo de cobre procede en grandes cantidades del SE, y del SO. de la Península. Al parecer, hay una relación entre la difusión de esta clase de cobre, difusión por vía marítima, y los monumentos megalíticos.







Se puede rastrear la organización social en las épocas del Neolítico, Eneolítico y Bronce y los cambios sufridos en ellas, por medio de los hallazgos arqueológicos. Durante la época neolítica, los grupos humanos habitaban en cuevas y también en poblados. En el Eneolítico existían ya auténticos poblados fortificados, cortados a escarpe sobre la confluencia de dos ríos y amurallados en la zona de fácil acceso. Estos poblados estaban compuestos por cabañas circulares u ovales construidas sobre zócalos de piedra y cubiertas de falsas cúpulas, sin que, al parecer, existiera un intento consciente de un trazado de calles. Uno de los ejemplos más representativos de este tipo de poblado amurallado lo constituye Los Millares, en la provincia de Almerla.




El estudio de las necrópolis y del ajuar que aparece en las tumbas permite conocer los cambios sociales que se produjeron entre el Eneolítico y el Bronce Pleno. Encontramos primero enterramientos de inhumación colectivos en sepulcros megalíticos, que quizá correspondan a grupos emparentados. En estos enterramientos y en el ajuar que les acompaña, no se advierte ninguna diferenciación que permita suponer la existencia de grupos sociales dentro de la comunidad. Por el contrario, en la cultura del Argar se puede observar una serie de cambios puestos de relieve por los hallazgos arqueológicos, cambios que, sin duda, reflejan transformaciones producidas dentro de la organización social.





En el Bronce Pleno predominan las inhumaciones individuales. Existen también diferencias en el ajuar encontrado en las tumbas, en unas más rico que en otras. Este fenómeno nuevo es una prueba de la existencia de desigualdades sociales dentro de las comunidades peninsulares en esta época. También son reflejo de estas desigualdades y diversificaciones sociales los poblados de la cultura del Argar, que, aunque construidos también sobre cabezos fortificados, están compuestos por casas rectangulares y cuadradas dispuestas alrededor de otra casa mayor, el la acrópolis.
Los poblados amurallados del Eneolítico y del Bronce, a pesar de las diferencias que presentan en cuanto a una progresiva diferenciación social, lo mismo que las necrópolis, no permiten hablar
de que se produjera una revolución urbana en ciertas zonas de la Península durante la Edad del Bronce, si tenemos en cuenta lo que representa esta revolución y las consecuencias que tuvo. No se aprecia en los poblados del Bronce en la Península una diversificación tan transcendental como en las ciudades del Oriente Próximo donde sí se formaron en esta etapa ciudades, en el verdadero sentido de la palabra, con órganos estatales muy perfeccionados. En la Península puede hablarse




Los poblados o aldeas fortificados, algunos de los cuales podían albergar una población de 2.000 personas, como el de Los Millares. Estos poblados fortificados peninsulares habría que relacionarlos con una primera fase de sedentarismo motivado por el empleo de la agricultura y de la metalurgia, y con una diversificación social incipiente. Pero, sin duda, será a partir de estos poblados y de la sociedad diversificada hasta cierto punto que habitaba en ellos, como se formarán las primeras ciudades y las primeras organizaciones estatales en el S y en el E. de la Península en la primera mitad del primer milenio a.C., desarrollo éste activado por la influencia de los colonizadores.




Se conocen mal las concepciones religiosas de las sociedades agrícolas y metalúrgicas de la Península. Varios objetos hallados en las excavaciones han sido puestos en relación con prácticas religiosas y mágicas. Es indudable que en estas comunidades se dieron prácticas y ritos para favorecer la fecundidad y la fertilidad. También se han considerado las construcciones megalíticas, como la expresión de concepciones religiosas.
Historia de España. Alfaguara. T. 1, p. 199 ss.


ACTIVIDADES




2ª ¿ De dónde procede la cultura del Argar ?
3ª ¿ Que metal se introduce en nuestro país con la cultura argárica?
4ª ¿ En qué estaba basada su economía ?
5ª ¿ Cómo solían enterrar a sus muertos ?
6ª ¿ Cómo son los poblados de esta cultura que aparecen en nuestra provincia ?
7ª ¿ A qué crees que fue debido el aumento del comercio matítimo  ?
8ª ¿ Se notarían cambios en la manera de luchar de aquellos pueblos? ¿ Por qué ?
9ª Consulta un mapa de la provincia de Albacete y colorea los lugares donde se han encontrado yacimientos de la  Edad del Bronce. (en tu cuaderno).



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